Carl Sagan, el hombre que llevó la ciencia a las masas, se ha convertido en el divulgador más importante de las últimas décadas. Publicó gran cantidad de artículos científicos y es defensor del pensamiento escéptico científico y del método científico.
Y una de sus enseñanzas más grandes fue la de aplicar el sentido común como un punto medio entre el escepticismo y la apertura. En su libro "El mundo y sus demonios: la ciencia como una luz en la oscuridad". Comparte su secreto para mantener la razón a pesar de los trucos desvergonzados de la sociedad para decir mentiras y manipular a las personas con su propaganda.
Asegura que en todos lados vivimos rodeados de personas que miente. Sin embargo, para evitar caer en esto, Sagan da algunos puntos para que cuando hagas un argumento, ya sea científico o en la vida real, siempre sigas estas recomendaciones:
- 1. Cuando sea posible, confirma los hechos.
- 2. Fomenta el debate sobre la evidencia por autores bien informados de todos los puntos de vista.
- 3. Los argumentos dichos por la autoridad tienen un poco más de peso, pero recuerda, esas autoridades también cometieron errores en el pasado y también lo harán en el futuro.
- 4. Piensa en más de una hipótesis, considera todas las maneras en las que algo podría explicarse, piensa en lo que podría decirse en su contra y lo que sobrevive a esa hipótesis, tiene más posibilidades de ser verdadera.
- 5. Si hay una cadena de argumentación, deben funcionar todos las piezas de la cadena, incluyendo la base, no sólo la mayoría.
Gracias a su formación, asegura Sagan, los científicos están equipados con un “kit de detección de mentiras”, el cual tiene un conjunto de herramientas de conocimiento y diferentes técnicas que fortalecen la mente contra las falsedades. Una herramienta que no sólo es útil para la ciencia sino para la vida cotidiana que promueve el sano escepticismo. Con sencillos pasos, Sagan asegura que cualquiera puede ser un poco más escéptico y dejar de creer todas las mentiras que vivimos constantemente. Te los decimos para que logres distinguir mejor entre lo verdadero y las mentiras.
Fuente: El club de los libros perdidos.