Dejar enfriar los alimentos y volverlos a calentar puede producir algunos microorganismos que liberan toxinas.
Usualmente los alimentos se recalientan cuando han estado un tiempo en la nevera. Allí se contaminan con algunas bacterias patógenas (infecciosas) que se encuentran en el ambiente y que se impregnan en la comida, informó El Comercio.
De acuerdo con Joseph Pinto, biólogo molecular de Oncosalud, compañía de prevención, diagnóstico y tratamiento del cáncer en Perú, al momento de calentar la comida en el microondas, estas bacterias se reproducen y una vez consumidas, pueden causar intoxicación o infección.
Por otro lado, los alimentos con altos niveles de grasa que son recalentados pueden producir y liberar sustancias. Esto se da porque algunos aceites como el de girasol tienen compuestos orgánicos que se liberan y pueden aumentar el riesgo de cáncer.
Algunos expertos como Saby Mauricio, decana del Colegio de Nutricionistas en Perú, recomiendan calentar y cocinar los alimentos en ollas, ya que el microondas puede generar cambios en la estructura química de los alimentos y algunos como la carne pueden no cocinarse bien y mantener bacterias vivas.
Además, los contenedores de plástico están creados a partir de 2 componentes tóxicos. El primero, es el bisfenol-A, comúnmente conocido como BPA, que ya ha sido prohibido para uso en la fabricación de biberones, informa Huffington Post.
La exposición al BPA ha sido relacionada con el cáncer de mama, problemas reproductivos, y el asma en niños con retraso.
De acuerdo con The Atlantic, el segundo es una grupo de productos químicos llamados ‘ftalatos’, también conocidos como disruptores endocrinos, debido a los estragos que pueden causar en el metabolismo, glándulas y sistema reproductivo.
Fuente: Pulzo
