¿Comer chocolate = felicidad? Seguramente es algo que has escuchado y piensas que forma parte de la publicidad y todo el marketing detrĂ¡s de la industria chocolatera que quiere que peques con sus productos, pero no, este mito sĂ es cierto, comer chocolate nos hace felices.
Pero, ¿por quĂ©?
El chocolate estĂ¡ hecho de cacao y sus principales beneficios provienen de Ă©l; en ello radica la importancia de que lo consumamos de la manera mĂ¡s pura posible, evitando sus presentaciones demasiado procesadas y con demasiados ingredientes.
El cacao es alto en feniletilamina, una sustancia que pertenece al grupo de las anfetaminas, ampliamente conocidas, y que tiene la propiedad de generar euforia y sensaciĂ³n de bienestar emocional. Asimismo es una gran fuente de neurotransmisores como la dopamina, que tiene un efecto relajante y calmante; de serotonina y de triptĂ³fano; este Ăºltimo en mayor medida, y que actĂºa como precursor del primero: la serotonina, comĂºnmente llamada “hormona de la felicidad”, “hormona del placer” u “hormona del humor”.
La serotonina se encuentra relacionada con las emociones, los estados de Ă¡nimo y el control de los sĂntomas depresivos como la angustia, la ansiedad, el miedo, o incluso la agresividad. Se ha comprobado su presencia en momentos de placer del ser humano, y que en estos instantes no solo se encuentra y mantiene en el torrente sanguĂneo, sino que se reabsorbe y desencadena otras reacciones que estimulan aĂºn mĂ¡s al cuerpo, como por ejemplo la secreciĂ³n de la hormona del crecimiento, entre otras cosas.
El chocolate, hecho en su mayor porcentaje de cacao, tambiĂ©n contiene alcaloides, una sustancia que estĂ¡ presente en el cafĂ© y el tĂ© y que excita al sistema nervioso, haciendo que estemos mĂ¡s activos, en movimiento, y mĂ¡s receptivos a los estĂmulos externos. AdemĂ¡s, tambiĂ©n se ha comprobado la presencia de epicathina en el chocolate, sustancia que parece tener efectos similares en el cuerpo a aquellos que se suscitan despuĂ©s de realizar ejercicios.
Es decir, todas estas reacciones quĂmicas afectan directamente nuestro estado de Ă¡nimo, y por ello, nuestro cuerpo, diseñado para sobrevivir y mantenerse en un estado de bienestar continuo, “nos pide” que consumamos chocolate cuando tenemos bajos niveles de estos neurotransmisores, ya sea por razones internas o externas. Nuestro cuerpo sabe que al instante se generarĂ¡ todo este remolino de emociones positivas y excitantes que nos harĂ¡n sentir mejor y “felices”.
Sin embargo, esto no solo se queda ahĂ, socialmente tambiĂ©n estamos condicionados para que el chocolate nos haga felices. Desde pequeños se nos ha “premiado” cuando realizamos las cosas de manera correcta o logramos alguna meta o acciĂ³n positiva, y la premiaciĂ³n no suele ser otra que el chocolate y sus derivados; o en caso de que estemos tristes o decaĂdos tambiĂ©n suelen regalarnos uno de estos deliciosos productos para “alegrarnos el dĂa”, lo que crea un vĂnculo entre un estĂmulo y la respuesta que el cuerpo genera, quizĂ¡s un estĂmulo condicionado al estilo de Pavlov.
Por Ăºltimo, hacemos Ă©nfasis en que no todos los extremos son buenos, y que como por lo general las presentaciones que consumimos de chocolate no tienen solo cacao sino tambiĂ©n azĂºcar y otros añadidos para contrarrestar su sabor amargo y astringente, tenemos que cuidar la proporciĂ³n en la que lo ingerimos, pues el azĂºcar tiene un importante poder adictivo para nuestro cerebro, tanto o mĂ¡s que cualquier droga ilegal que el ser humano consuma, ya que activa los mismos centros sensoriales en Ă©l; siendo asĂ solo te recomendamos que tengas cuidado, que sĂ existen alimentos que pueden “desencadenar la felicidad dentro de ti” (de los cuales el chocolate es uno), y de los que puedes hacer uso algunas veces para mantenerte feliz cuando mĂ¡s lo necesites, pero que lo importante es vivir en armonĂa y tratando de que ese estado de felicidad se genere mentalmente y no en dependencia de factores externos… AsĂ que, ¡a ser felices y comer chocolate con control!
Fuente: Toy Feliz