El primer burdel con muñecas sexuales de silicona en Italia tardó apenas 24 horas en agotar sus entradas y apartar las del próximo mes.
Lo único que se sabe es que está ubicado en Turín porque los clientes reciben la dirección un día antes y prometen no revelarla para poder volver. Se limitan a contar que son cinco muñecas, de nombres Leona, Syndy, Eva, Kate, Molly y un muñeco llamado Alessandro.
Todos miden 1,60 metros y están fabricados con metal y un material termoplástico que además, dependiendo del tipo de noche, el usuario es capaz de escuchar los "latidos" de su corazón y observar cómo se sonroja conforme avanza la actividad sexual.
Las tarifas del servicio van desde los 80 euros la media hora, hasta los 180 euros que cubre dos horas. Esta empresa se dedica también a la venta de muñecas de apariencia realista.
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