
Una extraña obra de teatro que dura 24 horas e incluye escenas explícitas de sexo generó sensación en Madrid. Varios meses antes las 800 entradas que salieron a la venta -para una única función- ya se habían agotado.
Dirigida por el belga Jan Fabre, "Mount Olympus" busca adaptar la tragedia griega al siglo XXI. "Es imposible hacerlo. Es algo de los 80, pero no de ahora. Ningún espectador hoy se quedaría a verlo", le dijeron a Fabre, cuando presentó el proyecto en el que actúan 30 actores y ya se presentó en 17 ciudades.
El espectáculo fue calificado como "una auténtica bacanal", una maratón de violencia y sexo, que incluye masturbaciones, erecciones y fisting. Arrancó el viernes a las 19 horas y está inspirado en los festivales que celebraban los griegos al comienzo de la siega y que podían llegar a durar hasta seis días, en los que se representaban decenas de obras.
Dirigida por el belga Jan Fabre, "Mount Olympus" busca adaptar la tragedia griega al siglo XXI. "Es imposible hacerlo. Es algo de los 80, pero no de ahora. Ningún espectador hoy se quedaría a verlo", le dijeron a Fabre, cuando presentó el proyecto en el que actúan 30 actores y ya se presentó en 17 ciudades.
"La gente llora, ríe, aplaude, grita, se queda dormida... Es una verdadera catarsis lo que se produce", dijo el director.
El espectáculo fue calificado como "una auténtica bacanal", una maratón de violencia y sexo, que incluye masturbaciones, erecciones y fisting. Arrancó el viernes a las 19 horas y está inspirado en los festivales que celebraban los griegos al comienzo de la siega y que podían llegar a durar hasta seis días, en los que se representaban decenas de obras.
La agotadora jornada contempla tiempo de descanso y para eso se habilitaron zonas con mantas además de una cafetería abierta las 24 horas.
Fuente: TN
"La idea para mi era saber y preguntarme si realmente puede existir la catarsis en el teatro actual, la misma de las tragedias griegas, y la respuesta es que sí", dijo Fabre sobre el espectáculo que fue estrenado en Berlín en 2015.
"Para nosotros era fundamental romper la dictadura del tiempo, tanto para el público como para los actores. Se trata de reproducir ese lenguaje olvidado de las tragedias griegas que se acerca más al lenguaje de los sueños, de cambiar de experiencia, tanto para el público que no duerme o que duerme a ratos; tanto para los actores, que no actúan igual cuando duermen o sueñan a ratos", explicó.
Fuente: TN
Comentarios