Eso indica la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en el primer informe PISA dedicado al trabajo en equipo.
En promedio, según ese documento, las estudiantes superan por 29 puntos a sus compañeros, una diferencia que se eleva a más de 40 puntos en Australia, Finlandia, Letonia, Nueva Zelanda y Suecia, y que se reduce a menos de diez en Colombia, Costa Rica y Perú.
En total, las chicas obtienen en la OCDE 515 puntos en la materia, frente a los 508 de los chicos. Rondan esa lista de referencia países como España, con 508 y 485 puntos, respectivamente.
El estudio se efectuó en 2015 en 32 países miembros de la OCDE y otras 19 naciones o economías asociadas y contrasta con evaluaciones individuales en conocimientos específicos, según las cuales las chicas son mejores en lectura, pero peores en matemáticas y ciencias.
En esta ocasión se constata que las estudiantes se interesan más por las opiniones de los demás y quieren que los otros tengan éxito, mientras que los chicos ven mejor los beneficios individuales del trabajo en equipo.
La OCDE refleja además que aunque los chicos son más eficientes a la hora de completar una tarea y de encontrar la información necesaria cuanto antes, las chicas muestran un comportamiento más cooperativo y más entusiasmo.
Más allá de la diferencia de género, los estudiantes de Singapur (561), Japón (552), Hong Kong (541) y Corea (538) son los que obtienen mejores resultados en el trabajo en equipo, frente a los de Túnez (382), Brasil (412), Montenegro (416) y Perú (418).
La OCDE apunta que la nota obtenida en distintos países en ciencias, matemáticas y lectura no siempre va asociada a un mejor puesto en esta ocasión, y precisa que países como EE.UU. (520) superan las expectativas.
El organismo recalca la importancia de preparar a los estudiantes para saber cooperar en un mundo que cambia cada vez más rápido y en el que es necesario trabajar con gente de distintas culturas e ideas.
Su extensivo estudio advierte en esa línea que solo el 8 % de los alumnos examinados puede solucionar problemas en un entorno de cooperación complejo, porcentaje que en Singapur sube al 21 % y que ronda el 15 % en Australia, Canadá y Nueva Zelanda.
Entre los factores de influencia figura la actividad física: aquellos que hacen deporte dos o más días a la semana superan en unos 20 puntos a los que no, pero cuando pasan de cuatro días acaban 31 puntos por debajo.
Los que juegan a videojuegos tienen un resultado final 32 puntos inferior que aquellos que no, mientras que la conexión habitual a internet o redes sociales va asociada con una mejora de siete puntos.
El entorno social del alumno también tiene un peso destacable, aunque depende de los países: en promedio, los hijos de inmigrantes obtienen un resultado 36 puntos inferior, pero en Macao (China), Singapur y Emiratos Árabes Unidos son mejores que los nativos.
La relación mantenida con los profesores, entre los propios alumnos y en casa se perfila igualmente como factor a tener en cuenta. Por esa razón, la OCDE anima a revisar el sistema educativo para favorecer la disposición a colaborar, ya sea en las asignaturas existentes o a través de nuevos programas.
“Los padres también pueden suponer una diferencia, porque la cooperación empieza en casa”, concluye el organismo, que con este estudio quería suplir la falta de una comparativa internacional al respecto.
Con información de: pulzo
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