Por mucho que te ame tu pareja, la razón no tiene tanto que ver con eso.
Para la mayoría de las personas, el orgasmo es la meta máxima del sexo, por eso para muchos hombres, el placer de su pareja se convierte en una auténtica obsesión y es su prioridad.
Aunque a primera vista esto puede ser muy bueno para la mujer, una investigación de la Universidad de Michigan publicado en The Journal of Sex Research sugiere que la razón es mucho más egoísta.
Los especialistas entrevistaron a 810 hombres cuyas edades rondaban los 25 años, y los sometieron a un ejercicio de orgasmos imaginarios, ya que se les mostraron viñetas para decir si una mujer atractiva tendría un orgasmo con ellos o no. Después, los participantes calificaron su autoestima sexual y si se sentían más masculinos tras la experiencia.
Los resultados mostraron que los hombres se sentían más masculinos y reportaron una mayor autoestima sexual cuando imaginaron a una mujer teniendo orgasmos durante un encuentro con ellos, y que este efecto se exacerbó para los hombres con alto estrés por su rol de género. También se concluyó que ellos se sienten responsables de nuestro placer.
Es decir, los orgasmos de las mujeres funcionan, al menos en parte, como un logro para los hombres que los ayuda a reafirmar su masculinidad.
Sin embargo, en ocasiones, esta obsesión con el orgasmo femenino los puede llevar a descuidar otros aspectos importantes, como tus emociones o tus verdaderas necesidades sexuales.
Ahora que sabes por qué su mente necesita que llegues al clímax, ¿le ayudarás?
Con información de: veintitantos
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