Este mundo va de mal en peor.
La ecosexualidad consiste en mantener relaciones sexuales, no necesariamente genitales, con los cinco sentidos en plena naturaleza e incluso con ella.
Por lo tanto, quienes lo practican, ya no consideran a la Tierra como su madre sino como su amante.
Es decir, se trata pues de experimentar con el cuerpo a un nivel superior. La gente ecosexual puede incluso llegar al orgasmo tocando el suelo, las flores o refregándose con las plantas.
Para ellos la naturaleza es excitante. Incluso hay organizaciones que proponen «hacer el amor a la tierra». La gente de estos grupos defiende que «si aprendemos a amar a la tierra, tal vez podamos salvarla» haciendo referencia directa a la sostenibilidad del medio ambiente.
Con información de: Noseasmaje
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