A pesar de todos los esfuerzos que ponemos en engañar a la edad, envejecer también tiene sus beneficios. Algunos son pequeños placeres, como los descuentos y la libertad de actuar como quieras en público. Alguno son más significativos, y claro, la vejez siempre ha sido ligada a la sabiduría.
Pero una nueva investigación sugiere que podríamos habernos equivocado respecto a lo que es sabiduría – ya que no necesariamente es un estado a largo plazo, o un rasgo que obtenemos con el paso de los años, sino un efímero estado mental que viene y va.
El estudio, publicado en el diario Social Psychological and Personality Science, argumenta que cuando alguien muestra sabiduría, no es porque se trata de una persona inherentemente sabia; sino porque, resulta que en ese momento, están pensando sabiamente. Puede que en otras ocasiones piensen igual, pero puede que en otras no.
Cuando los investigadores midieron las respuestas de un grupo de participantes, considerados como sabios, durante el periodo del estudio, descubrieron que rara vez mostraban el mismo nivel de sabiduría de razonamiento cada día. Aunque al promediar la sabiduría de algunos participantes durante el periodo de estudio, algunos participantes tendían a mostrar más sabiduría que otros. Pero la diferencia entre individuos en sabiduría promedio era menor que los cambios en la sabiduría usualmente mostrados por individuos de una situación a otra.
Al menos una cosa resultó cierto: a lo largo de todos los rasgos calificados, el único que mostró una influencia significativa en la sabiduría general de una persona fue la edad. Así que envejecer sí significa volverse más sabio – solamente que no el más sabio todo el tiempo.
Fuente: Muy Interesante