Pese a que los hombres disfrutan mucho de la intimidad con su pareja, existen poses eróticas que no son sus favoritas. La incomodidad, la poca profundidad en la penetración, el aburrimiento o su actitud pasiva ante ellas, hace que algunas posiciones sexuales no sean sus favoritas.
Aunque sea difícil de creer, los hombres pueden llegar hasta odiar algunas posiciones sexuales. Si bien es cierto, a ellos les encanta que sus mujeres sean creativas en la cama, pero definitivamente hay cosas que no les gusta. Aquí te dejamos 4 poses eróticas que los hombres nos disfrutan:
1.- Unión de la abeja:
En esta posición la mujer se sienta sobre el miembro de su pareja, quien también está sentado con las piernas estiradas hacia delante; y hace movimientos verticales. El hombre acompaña el movimiento levantándola por el trasero o los muslos. Los hombres no disfrutan de esta posición si no apoya correctamente la espalda, pues les parece muy cansada.
2.- Postura de Andrómaco:
La mujer puede estar sentada o de cuclillas sobre su pareja que está echado en la cama. Ella es quien elige el ángulo de penetración, mueve su cuerpo como desee. Puede apoyar sus manos sobre el torso del hombre. La dificultad se encuentra en el ángulo de la penetración que puede incluso ser doloroso si el pene se dobla; además, para los hombres es muy difícil alcanzar el orgasmo porque no tienen el control sobre su placer o por sentirse dominado.
3.- Postura del jinete:
Él se acuesta sobre la cama con una de las piernas flexionadas. Ella estará de rodillas y tendrá todo el control sobre la profundidad de la penetración. Esta postura puede resultar aburrida porque, tras varios minutos de estimulación, él sigue en actitud pasiva.
4.- Postura del alineamiento perfecto:
La mujer se coloca por encima del hombre, con las piernas separadas para facilitar la penetración. Una vez introducido el pene, ella junta las piernas para que ambos cuerpos se superpongan en un “alineamiento perfecto”. Es cuando la mujer empieza la estimulación frotando su cuerpo, lateral y horizontalmente, contra el de su compañero. La desventaja de esta postura es que limita la profundidad de penetración y la amplitud de movimientos.
Fuente: whatthegirl