Todos sabemos que cuando estamos en casa de nuestros padres comemos bien. Nunca falta comida en la despensa y podemos servirnos las porciones que queramos. Muchas veces hemos sentido que vivir con nuestros y siempre estar bien alimentadas es la razón por la que no podemos bajar de peso.
La ciencia ha descubierto algo que ha derrumbado esta premisa. Cada vez son más las personas que cuando viven en pareja empiezan a engordar. Una investigación ha señalado que el peso que se llega a tener durante la convivencia se debe a los cambios en la alimentación y los hábitos deportivos provocados por la vida en pareja.
Pues, es más probable que tu pareja que tiene malos hábitos alimenticios influya y eso provoque varios kilos más en tu peso. No tener una dieta balanceada puede provocar terribles enfermedades como la obesidad o el sobrepeso cuando vives en pareja.
Es normal que cuando vives con tu pareja se les antoje una pizza, pero ambos deben aprender a no comer comida chatarra a diario. Si bien es cierto que en la casa de nuestros padres podíamos comer más, los alimentos que ingeríamos era comida casera. Usualmente las madres se preocupan por dar a su familia una alimentación sana, algo que la mayoría de parejas no ponen en práctica en los inicios de la convivencia.
Fuente: whatthegirl