No sólo comparten amor, sino también un sinfín de bacterias.
Se conocen, se enamoran y después se van a vivir juntos. Sí, así es el ciclo del amor. Te emociona la idea de compartir un hogar con el chico de tus sueños, de pasar más tiempo con él y de vivir muchas más emociones juntos, pero también sabes que a partir de ese momento sus vidas cambiarán, así como tu cuerpo lo hará, ¿sabes de qué manera?
Investigadores de la Universidad de Waterloo en Ontario, Canadá, concluyeron que cuando nos mudamos con nuestra pareja y convivimos con ella, se produce un gran intercambio de microbios, el cual provoca que nuestro perfil microbiano cambie.
Dicho estudio, publicado en la revista digital MSystems de la American Society for Microbiology, explica que cada amante influye significativamente en las comunidades microbianas de la piel del otro, es decir, se comparten un 86% de microbios en todo el cuerpo.
De acuerdo al estudio, cada centímetro cuadrado de nuestra piel contiene más de un millón de microorganismos, creando así un microbioma, es decir, un mini ecosistema de bacterias que se aloja en todo nuestro cuerpo.
Luego de haber analizado 330 muestras de piel de 17 partes del cuerpo de cada uno de los participantes, se descubrió que cada persona tenía una influencia significativa en las comunidades microbianas de la piel de su pareja.
Asimismo, se concluyó que son los pies la parte del cuerpo en la que más se produce el intercambio de bacterias. A pesar de que no se determinó la causa exacta de porqué esta zona es la más afectada, los científicos concluyeron que podría deberse a que las parejas suelen caminar descalzas sobre las misma superficies de su hogar, haciendo mucho más fácil el intercambio bacteriano.
"Te duchas y caminas descalzo en el mismo suelo, y este proceso probablemente sirve como una forma eficaz de intercambio microbiano con la pareja, y también con la propia casa", explicó Josh Neufeld, líder del estudio.
Otras partes del cuerpo donde se hace un intercambio de microorganismos similar en las parejas sexuales, son el torso, el ombligo y los párpados, siendo la causa que ambas personas duerman en la misma cama y compartan sábanas, según la investigación.
Seguir compartiendo bacterias con tu pareja puede ser inevitable, pero pueden reducirse si consiguen buenos hábitos de higiene.
Con información de: veintitantos
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