Lo has intentado todo: la dieta paleo, la dieta de la galleta, la dieta del té y aún así no encuentras la solución para perder peso. Lo que nunca notaste es que el problema estaba justo delante de tus ojos (o mejor dicho, en tu boca): la palabra "dieta". Las dietas son hábitos alimenticios "saludables" que adaptamos por un determinado tiempo para adelgazar, pero lo que no tenemos en cuenta es que hay algunos hábitos que debemos mantener si queremos ver resultados reales.
Ya no tienes que prestar atención a dietas de una semana que prometen ayudarte adelgazar para siempre, es necesario que aceptes que si quieres cambios permanentes, tendrás que trabajar por ellos de manera permanente. Y si la palabra "permanencia" te desconcierta, ¡descuida! Este estudio ya hizo mucho trabajo por ti y te ayudará a comprender mejor cuáles son los cambios que necesitas hacer:
El estudio publicado en el American Journal of Clinical Nutrition observó los hábitos alimenticios de más de 120.000 personas durante 16 años y halló que aquellas que consumían alimentos con un índice glucémico más alto (azúcares y harinas refinadas) subían de peso con mayor facilidad que aquellas que se alimentaban con comidas con un bajo índice glucémico (frutos secos, lácteos, frutas y verduras).
Lo que diferenció a este estudio de otros anteriores fue la precisión de sus hallazgos y el hecho de que demostró cómo algunos detalles de la dieta pueden tener tanta influencia en la pérdida de peso.
La investigación comprobó que aquellas personas que consumieron más yogur, pescado, carne de pollo magra y frutos secos en todo ese tiempo fueron las que perdieron más peso más fácilmente. Por otro lado, también hallaron que no hace ninguna diferencia si consumimos lácteos descremados o regulares.
Las dietas que incluyeron una cantidad sustancial de carne roja y carne procesada se asociaron con una mayor dificultad para adelgazar, especialmente cuando se acompaña de harinas y cereales refinados.
El estudio también demostró que combinar huevos o queso con alimentos de alto índice glucémico puede hacer que las personas suban de peso, mientras que acompañadas de alimentos con un bajo índice glucémico pueden favorecer la pérdida de peso.
El mundo de la alimentación es muy complejo y cuando queremos bajar de peso la información que abunda es sobre los alimentos prohibidos y aquellos que no pueden entrar en nuestra boca. Pero es esencial que el concepto de prohibición se elimine y se piense en todo lo que sí podemos y debemos comer para cuidar nuestro peso y nuestra salud para siempre y no solo por esas dos semanas de desesperación por adelgazar.
Así que ya lo sabes, los alimentos que sí tenemos que incluir en nuestra dieta son las proteínas magras tales como el pescado, el pollo magro y el yogur. Y aquellos que nos convendría evitar son los que poseen un alto índice glucémico tales como las harinas y azúcares refinados, así como también las grasas saturadas.
Recuerda, nada de prohibición, así que si un día quieres comer pastel de chocolate: ¡hazlo!
Con información de: Vix