Si estás planificando un embarazo o planeas no quedar embarazada por el momento, es necesario que aprendas a reconocer tus días fértiles. Por eso, aquí te ayudamos a identificarlos:
En primer lugar, tienes que saber que el ciclo menstrual varía en todas las mujeres, incluso en la misma mujer puede variar de un mes a otro. Un ciclo menstrual regular dura 28 días en promedio contados a partir del primer día de menstruación, pero se considera normal que dure entre 21 y 35 días.
Además, existen dos fases: la fase folicular y la fase lútea.
1.- La fase folicular se da entre el día 1 y la mitad del ciclo, el día 14, en el que aproximadamente se produce la ovulación. Durante esta primera parte, entre el día 1 y 6 aproximadamente se produce la menstruación. Desde el primer día de la regla hasta la mitad del ciclo se produce un aumento de los estrógenos. Un nuevo óvulo comienza a madurar y días después es expulsado por el ovario. Durante los días en que el óvulo desciende por las trompas de Falopio hasta el útero se produce la ovulación.
Los 6-7 días centrales del ciclo son tus días fértiles (el día 14, más los 3 días anteriores y los 3 días posteriores). Si mantienes relaciones sexuales durante estos días y un espermatozoide fecundara el óvulo y éste se adhiriera a las paredes del útero daría comienzo a un embarazo.
2.- La fase lútea se da entre el día 15 y 28. Durante los primeros dos o tres días aún puedes estar ovulando, es decir que puedes quedar embarazada. Durante esta fase se produce un aumento de la progesterona, que puede provocar nerviosismo o irritabilidad hasta la llegada de tu próxima menstruación, a menos que hayas quedado embarazada.
Si deseas saber cuando estás ovulando tienes que tener en cuenta que durante la ovulación experimentamos cambios hormonales que producen alteraciones en el organismo. Además, el moco cervical aumenta y su consistencia se vuelve cada vez más pegajosa y elástica, similar al de la clara de huevo, para ayudar a los espermatozoides a llegar hasta el óvulo.
Puedes introducir el dedo en la vagina o tomar una pequeña muestra con papel higiénico para comprobar su aspecto. Cuando la ovulación concluye, el moco pierde elasticidad y se pone más pegajoso y seco.
Fuente: whatthegirl