“Los mejores perfumes vienen en frascos pequeños”
Soy una chica muy pequeñita, mido apenas 1.44cm, y aunque soy muy feliz con ello, no puedo negar que ser chaparrita tiene algunas complicaciones: no alcanzo las cosas que están hasta arriba de la alacena en la oficina, cuando abrazo a las personas parece que me “cuelgo” de ellas, y muchas cosas igual de peculiares.
Pero, ser bajita también es maravilloso y tiene muchos pros, como que puedo usar tacones tan altos como quiera para verme más alta o que logro “colarme” entre las multitudes sin problemas. La vida es muy bella como para preocuparse demasiado por la estatura, ¿no crees?
Si tú, al igual que yo, mides menos de 1.50, a continuación te comparto varias razones por las que ser chaparrita es lo mejor, un par hasta están respaldadas por la ciencia, para que ames aún más ser tal cual eres.
1. Nos vemos más jóvenes
Es como magia, las personas siempre creen que somos más jóvenes de lo que realmente somos. La baja estatura es súper favorecedora para restar edad.
2. Siempre estamos al frente
No es nuestra culpa que ser chaparritas nos vuelva “las protagonistas” de las fotos, tenemos que estar hasta en frente para salir bien y vernos completas.
3. Podríamos vivir más
Una investigación publicada en la revista PLoS One revela que las personas con estatura baja son más propensas a vivir más tiempo que sus homólogos más altos. Así que hay esperanza.
4. Nos pueden cargar fácilmente
Soy cursi, pero esto es cierto. No me imagino a una persona diciendo que no nos puede cargar, somos chaparritas y prácticamente es como cargar a una niña pequeña.
5. Nuestras habilidades deportivas son natas
De acuerdo con algunas investigaciones, las personas pequeñas que tienen piernas delgadas cuentan con mayor potencial para ser grandes corredores, en comparación de aquellas que son altas.
Si te ha tocado viajar al lado de personas altas, seguro has visto que tienen que encoger las piernas porque el espacio entre asientos es muy pequeño. Nosotras no padecemos por eso.
6. Podemos salir con cualquier chico
Bueno, me refiero específicamente a que no tenemos que preocuparnos de que el chico que nos guste sea más bajito que nosotras. ¡Vamos! Eso sería muy extrañamente posible.
7. Usamos tacones
Sí, lo menciono de nuevo porque es una gran ventaja. Los zapatos de tacón no solo lucen geniales en nosotras, sino que nos dan porte y elegancia. Ah, y jamás, jamás, seremos demasiado altas.
8. Las personas nos adoran
Ser chaparritas para las personas es como sinónimo de ternura, inocencia y encanto. Así que nos adoran. Ser la amiga bajita es muy divertido e inigualable.
Creo que la lista puede seguir con muchas otras cosas por las que ser chaparritas es lo mejor, pero con estas basta para enorgullecernos -por ahora-. Seamos felices con la estatura que tenemos, al final dicen que “chiquita, pero picosa”, ¿no? (guiño, guiño).
Fuente: iMujer