La cerveza es un buen remedio ante los resfriados, siempre y cuando la bebas caliente. La cebada de cerveza caliente mejora la circulación sanguÃnea y la respiración. Además, es una buena ayuda contra los dolores articulares y refuerza el sistema inmunológico. Si tienes un resfriado y quieres curarlo cuanto antes, además de consumir medicamentos, puedes calentar un botellÃn de cerveza al baño marÃa y añadir un par de cucharadas de miel.
La cerveza es un gran aliado contra las noches de insomnio. Esta bebida contiene ácido nicotÃnico y lactoflavina, ambos conocidos por favorecer el sueño. Las vitaminas y minerales que contiene la levadura de cerveza actua como un remedio para conciliar el sueño. Cuantas veces no has termiando de beber un par de cervezas y has notado como los ojos empiezan a achinarse. El efecto de esta bebida es inmediato en el momento en que terminas de consumirla y los efectos se manifiestan sobre todo en los ojos, que comienzan a pesar.
Esta bebida también ayuda a relajar los pies, sobre todo cuando has caminado durante mucho tiempo o has permanecido durante horas de pie. Una medida efectiva para relajarlos es meterlos en un recipiente grande con cerveza y el efecto efervescente de las burbujas harán que tus pies se relajen poco a poco. Aunque puedas sentirlos un poco pegajosos, mantenlos durante un rato en remojo y luego acláralos con abundante agua. Verás cómo sientes un gran alivio y mejorÃa en los pies.
La cerveza hace que la piel luzca mejor debido a algunas de las vitaminas que contiene. Los componentes de la cebada de cerveza regeneran la piel y desempeñan un papel positivo sobre los pigmentos. Por lo tanto, el consumo de esta bebida hace que la piel se vuelva más lisa y flexible. Desde hace años han proliferado en el norte de Europa los 'spas de cerveza' lugares donde los clientes se sumergen en cerveza negra con el fin de mejorar su piel y sentirla más limpia y seca.
El consumo de cerveza previene la anemia de la menopausia. La cerveza contiene flavonoides, unos componentes antioxidantes relacionados con el incremento de la calcitonina. Al aumentar la actividad de las células que forman el hueso y disminuir la de las que lo destruyen evitan la pérdida de masa ósea tras la menopausia. Consumir de forma responsable esta bebida ayuda a llevar mejor y reducir los sÃntomas de la menopausia. Además, la cerveza es rica en antioxidantes naturales que ayudan a frenar los fenómenos oxidativos responsables del envejecimiento.
La cerveza protege contra los infartos. Los consumidores habituales de cerveza tienen entre un 40% y un 60% menos de riesgo de sufrir un infarto que las personas que nunca beben. Además, la levadura de cerveza previene los problemas de carácter cardiovascular y es un gran aliado que impide la formación de coágulos de sangre. Del mismo modo, esta bebida potencia el colesterol bueno, sobre todo en las mujeres, ayundando a reducir los niveles de LDL, el tipo de colesterol malo.
La cerveza mejora la memoria. Según varios estudios, los consumidores habituales de cerveza tienen menos riesgo de sufrir enfermedades como Alzheimer o demencia sobre aquellos que no la consumen, ya que esta bebida contiene silicio. El silicio que aporta la cerveza, de acuerdo con un estudio realizado en la Universidad de Alcalá de Henares, "parece interaccionar con el aluminio, un metal neurotóxico que se relaciona con la demencia y otras enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer", por lo que un consumo diario de cerveza actuarÃa como "posible factor protector".
El consumo de cerveza también tiene beneficios en el riñón ya que reduce el riesgo de desarrollar piedras. Según un estudio realizado hace quince años en Finlandia, los hombres que toman una botella de cerveza diaria tienen un 40% menos de probabilidades de desarrollar piedras en el riñón. Esto se debe a que el lúpulo fortalece el calcio de los huesos y previene que se desarrollen las piedras. Este estudio también señala que es la cerveza la bebida alcohólica que más beneficios renales ofrece y hace que los riñones permanezcan más sanos.
