De acuerdo al Instituto Balsear de Cefaleas, asegura que el dolor de cabeza ocasionado por el orgasmo ataca la base de la cabeza, cuello y los ojos.
El típico pretexto de no tener relaciones porque "duele la cabeza" es algo que científicamente está comprobado que no es cierto. Sin embargo, sí sucede en ocasiones sufrir un dolor de cabeza antes, durante y después de una relación sexual.
De acuerdo al Instituto Balsear de Cefaleas, este evento ataca la base de la cabeza y cuello, a veces llega al área de los ojos y aumenta a medida que se incrementa la excitación sexual.
Hasta el momento se desconoce las causas exactas de este malestar. Pero curiosamente es un problema que se da con mayor frecuencia entre los hombres en una proporción de 3 a 1 con respecto a las mujeres.
Generalmente quienes lo experimentan sufren los primeros ataques alrededor de los 20 años y entre los 35 a 44 años. Según datos oficiales, es un problema que padece un 1 por ciento de la población, aunque se cree que los números podrían ser más altos, pues muchos no se atreven a contarlo por vergüenza o pudor.
Algunas personas, además del dolor, experimentan cierta rigidez en el cuello, confusión y hasta mareos. Sin embargo, en general, no representan un problema mayor. En la mayoría de los casos, después de unos días, los dolores desaparecen sin dejar huella.
Quienes pueden ser más propensas a experimentarlos son aquellas personas que padecen de migrañas en forma frecuente o están bajo un fuerte cuadro de estrés. En el caso de los hombres, también pueden experimentarlo algunos que estén tomando medicamentos para la disfunción eréctil.
En general, la forma de aliviarlos es detener la actividad sexual antes de llegar al orgasmo (al menos unos días) o asumir un rol un poco más pasivo, bajando la intensidad, especialmente al momento de llegar a un orgasmo. Mantener un peso ideal y una rutina de ejercicio permanente también puede ayudar.
Con información de: wapa
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