Un repentino incendio en la casa de una familia se cobró la vida de un perro llamado “Polo”. Erika Poremski quedó completamente devastada por la trágica muerte, pero estará eternamente agradecida al animal que salvó a la vida de su hija de ocho meses de edad, una bebé llamada Viviana.
Erika acababa de salir al coche un momento y cuando se dio la vuelta vio la casa en la que vive en Baltimore (Maryland), envuelta en llamas.
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Rápidamente trató de entrar para salvar a su hija y al perro, pero el pasillo estaba envuelto en un denso humo y llamas.
“Traté de seguir adelante. Subir por las escaleras … pero el fuego era tan duro que no podía pasar … Salí hacia afuera y traté de llegar de nuevo. Entonces la puerta comenzó a caer y no pude volver a entrar“, explicó la mujer.
Erika sufrió quemaduras en la cara y en las manos en su intento de salvar al bebé y a su perro. En ese momento no se había dado cuenta de que su piel se había quemado al intentar agarrar la barandilla.
No había nada que la mujer pudiera hacer, más que esperar a los bomberos, que todavía estaban de camino. La angustiada madre podía escuchar a Viviana llorar y cree que su perro Polo podría haber escapado escaleras abajo pero decidió quedarse a proteger al bebé.
“Fue mi primer bebé antes de Viv. Él era como mi hijo. Nos seguía a todas partes“.
Cuando finalmente llegaron los bomberos y entraron en la casa encontraron a Polo cubriendo el cuerpo de Viviana. Los médicos pudieron reanimarla, pero no pudieron salvar la vida del pequeño perro. A pesar de que casi el 20% del cuerpo del bebé resultó quemado, gracias a su valiente guardián logró sobrevivir.
Erika cree que Polo sabía que ese día iba a pasar algo malo. “El día del incendio, estuvo actuando raro durante todo el día. Incluso le dije a un amigo que iba a llevarlo al veterinario. Estaba llorando y me seguía todo el rato, tuvo un ataque de ansiedad”. “Tengo el corazón roto de no haber podido salvarlo“.
“Él lo era todo para mí, junto con mi hija. Perdí todo lo que amo en un abrir y cerrar de ojos. Siento que me ahogo”.
Fuente: Shnauzi