Vino, bebida deleitable para el paladar. Es deleitante, aunque su uso desmesurado puede convertirse en vicio, nunca está demás y es posible disfrutarla en cualquier ocasión. Sin embargo, esta bebida tiene una forma en particular de ser servida y disfrutada. Muchos dirán que no tiene nada que ver cómo se tome, pero es tan delicada que su mala elección, servicio o forma de resguardo pueden hacer de este placer líquido algo agrio y dejarnos con mal sabor de boca.
Alicia Estrada, experta en comunicación y comercialización del vino y en enoturismo, ha escrito tres libros bajo el título “Los 100 mejore vinos por menos de 10 €”, desde 2014. En estos da a conocer distintos secretos de los vinos, cómo escogerlo, por qué son mejores unos que otros y el cuidado que se debe tener al escoger, servir y disfrutar de esta bebida. Esto con el fin de mostrar las distintas opciones accesibles y de calidad para aquellos que quieren disfrutar de un buen vino y hacer de esto toda una experiencia.
Por esa razón y para que tengas el mejor acercamiento con esta delicada y deliciosa bebida, te presentamos algunos de los errores más comunes al disfrutar de una copa de vino. Recuerda no cometerlos:
Creer que un vino más caro siempre es mejor
No necesariamente, un vino es una bebida de momentos y un vino caro necesita de cierto entrenamiento para su degustación para así no terminar en decepción. El precio no determina la calidad.
Abrir la botella media hora antes
No hace daño ni brinda un beneficio. A menos que sea un vino viejo y necesite respirar puede ser decantado y eso los podemos evitar con abrirlo uno o dos horas antes.
Verter hielo a una copa de vino caliente
Es uno de los sacrilegios más grandes en lo que se refiere a servir el vino. El cubo se derretirá hasta convertirse en agua, alterando el sabor del vino y todo el trabajo que se invirtió en su producción queda reducido a nada.
Llenar la copa
Así solo estaremos dando una mala impresión a nuestros invitados. Es mejor servir menos de la mitad de la copa, así el vino no se calentará y será mejor dosificado a la hora de ingerirlo.
Servir la bebida en un vaso
Así el vino perderá sus propiedades. Una copa con un tallo alto previene que el vino se caliente, y con un balón lo suficientemente grande el vino se oxigenará y logrando que sus aromas se liberen.
Pensar que un vino de reserva es mejor que un vino joven
Depende del vino. Esto quiere decir que el vino estuvo más tiempo en barricas, lo que le brinda sabores y aromas que muchos vinos jóvenes no tienen.
Creer que los mejores vinos son Rioja y Ribera
Puede que sean los más populares, pero en la actualidad existe una amplia variedad de vinos que sería una pena limitarse a Riojas o Riberas.
Beber vino sólo en la comida
No se limitan a una comida, al igual que en un día caluroso una cerveza fría no cae mal, tampoco caería mal un buen vino. El vino es una bebida de momentos, según el momento ahí un vino indicado.
Decantar todos los vinos, para eso está el decantador
No es algo que se tenga que hacer siempre y debe hacerse con precaución. El momento en que el vino sale de su botella es el momento en el que los aromas y sabores se liberan y es mejor disfrutarlo que dejarlo pasar.
Suponer que necesitas todos los accesorios existentes
Son útiles, no hay duda. No obstante, un buen sacacorchos y un decantador, para vinos viejos, es más que suficiente.
Tener un climatizador
Si tu deseo es convertirte en un experto o algún aficionado serio, un climatizador es lo ideal para mantener los vinos a una temperatura ideal.
Si se rompe el corcho, empújalo
Es algo absolutamente prohibido, el corcho caído en el vino se traduce en una degradación del sabor del vino.
Beber sólo vino rojo o blanco según la comida
Tener una preferencia no es malo. Esto no quiere decir que dejemos de darle oportunidad a un tinto o a un blanco, los vinos se adecuan a la situación.
Desconocer el maridaje
Maridaje se define como “casar” el vino con determinado alimento, algo que se puede aprender y puede adaptarse al estilo de vida del consumidor.
Servir en una copa húmeda
Es mejor una copa seca y limpia, ya que una copa húmeda aún contiene agua y puede afectar el sabor del vino.
Servir vinos distintos en la misma copa
No hay problema, pero antes de cualquier cosa, envina la copa. Enjuaga la copa con unas gotas del vino que se vaya a servir, así preparas la copa para el siguiente vino sin afectar su sabor.
Creer que el vino en garrafa es un asco
No lo es. En Francia, guardar el vino en contenedores de 5 litros es una manera de guardar y conservar mejor el vino. La razón por la que muchos lo toman como algo desagradable es porque buscamos mayor calidad en menor cantidad.
Suponer que entre más grados tenga será mejor
A pesar de que se presenta mayor graduación alcohólica en los vinos modernos, no tiene nada que ver con su calidad. Hay vinos para todo los gustos.
Tomar el vino que sobró el fin de semana
No sería una buena idea. Una vez abierto, el oxígeno empezará a degenerar el vino y cada vez que se permita el contacto del oxigeno con el vino terminará por sabotear el sabor del vino.
Guardar una botella durante más de 20 años en un armario
Dependerá de su preparación, si es que fue preparado para ser guardado; se deberá saber sobre el cuidado que se le dé y la temperatura a la que se le mantenga, con tal de mantener su sabor original.
Mantener el sobrante a temperatura ambiente
Mejor en el refrigerador. Es mejor conservarlo frío y que se vaya calentando en la copa a mantenerlo fuera en verano y beberlo caliente.
Manchar el mantel
Un truco para evitarlo es girar ligeramente la copa mientras se termina de servir el vino. Y si se llega a manchar, un puño de sal puede evitar que la mancha se quede.
Con información de Cultura Colectiva
