Ariana Grande utilizó Twitter por una buena causa, que implicó, en el medio, terminar expresándose contra un fan que se sobrepasó en una situación que debería haber sido agradable.
“Fui a buscar comida con mi novio anoche y un joven nos siguió hasta el auto para decirle a Mac que era un fanático suyo”, comenzó contando, en referencia a una situación que involucraba también a su pareja, Mac Miller.
“Estaba gritando y excitado, y para cuando M estaba sentado en el asiento de conducir, él estaba prácticamente adentro del auto con nosotros. Pensé que todo eso era adorable y excitante hasta que dijo: ‘Amigo, Ariana está jodid*mente buena. Ya entiendo por qué te las estás tiran*o'”, contó, copiando las palabras textuales del seguidor.
Su respuesta, bien a lo Grande, es épica. “¿En serio? Puede que a algunos no les parezca gran cosa, pero yo me sentí enferma y tratada como un objeto. Estaba ahí sentada mientras decía todo eso de mí. Me sentí realmente herida desde ese momento”.
“Cosas como estas suceden todo el tiempo. Momentos como ese contribuyen a que las mujeres se sientan atemorizada e incapaces”, escribió. “No soy un pedazo de carne que deba ser utilizado únicamente para el placer de los hombres”, dijo, contundente.
Y continuó: “Soy una adulta que mantiene una relación con una persona que me trata con respeto y cariño. Me duele ver que hay tantos jóvenes que usan a la ligera ese tipo de vocabulario denigrante para las mujeres”.
“Creo que es importante hablar de lo que me ha pasado esa noche porque sé muy bien que casi todas las mujeres comprenden qué se siente cuando se dirigen a ti de una manera inapropiada en un lugar público. Necesitamos lidiar con este tipo de asuntos de manera directa porque resultan muy dañinos y generan una especie de vergüenza en nuestro interior. [Las mujeres] No somos objetos o premios, somos reinas”.
Posiblemente, si eres mujer, te has sentido identificada con este relato. Es importante visibilizar que el micromachismo existe, con pequeños -pero sutiles- hechos de la vida diaria, que no hacen otra cosa que reflejar un problema aún mayor: las mujeres no son objetos de nadie y, a su vez, no necesitan la validación masculina.
Con información de TKM