Cuando los administradores de Instagram retiraron el reciente #freethenipple de Noami Campbell, muchos consideraron que el hecho de que la imagen permaneciera 20 horas en Internet era una pequeña victoria. Por lo general, la plataforma retira las imágenes "explícitas" con bastante rapidez de acuerdo con las controvertidas directrices de la comunidad, pero parece que el post récord de Naomi no era ningún triunfo. Kevin Systrom, fundador de Instagram, ha confirmado esta semana que no va a cambiar ninguna norma y nos aclaró el motivo de por qué: Apple.
Durante una charla en Londres el pasado miércoles, Systrom dio -por fin- la explicación que hace tanto tiempo que estábamos esperando. Puesto que Instagram se encuentra en Apple Store (al igual que toda aplicación), tiene designada una clasificación por edades.
Las paradójicas directrices que gobiernan este sistema de clasificación han recibido unas serie de críticas justificadas ya de por sí, pero básicamente: la tienda solo permite desnudos explícitos si una aplicación está clasificada para mayores de 17 años. La clasificación actual de Instagram es de 'mayores de 12' porque, según dice, así puede llegar un público más diverso, incluyendo jóvenes usuarios a los que no les interesan los desnudos.
Muchos defensores de #freethenipple aseguran que han encontrado lagunas sexistas en la lógica de las directrices de la comunidad. Por ejemplo, que las mujeres coloquen pezones masculinos sobre los suyos con Photoshop no se considera una violación, pero cuando el actor Matt McGorry de Orange is the New Black hizo lo mismo con pezones femeninos, tampoco recibió ninguna reprimenda.
Como no es de sorprender, los medios de comunicación también han puesto en duda las alegaciones de Systrom en cuanto a la clasificación de edad. Twitter está clasificado para 'mayores de 4 años', pero contiene muchos más desnudos y pezones. Según apuntan en el portal online Mic: "Twitter está repleto de cuentas porno, así como vídeos y fotos de desnudos y aun así Apple no ha arremetido contra Jack Dorsey y su empresa".
Tal y como llevan denunciando desde hace tiempo los defensores de #freethenipple, estos sistemas de clasificación y directrices afirman y perpetúan la idea de que el cuerpo femenino es un objeto inherentemente sexual. Systrom puede que tenga razón al alegar la mano dura de Apple, pero el verdadero control lo tiene un patriarcado bien arraigado.
Fuente: i-D.vice