Se la conoce como “la fruta del pecado” por lo ocurrido con Adán y Eva. Sin embargo, esta delicia natural tiene mil y una propiedades. ¿Quieres conocer cuáles son los beneficios de comer una manzana al día? Entérate en este artículo.
Esta es una distinción que vale la pena aclarar desde un principio. Así lo ha determinado un estudio del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos. Comer una manzana al día es bueno para nuestro organismo y nos previene de muchas enfermedades; sin embargo, la consulta con el profesional y los chequeos anuales no se pueden quitar de nuestras agendas.
Para llegar a esta conclusión se realizó un experimento en 8400 personas, de las cuales el 10% ingería una manzana a diario. Este fue el porcentaje también de pacientes que no debieron consumir casi ningún medicamento en el lapso de un año (periodo de duración de la investigación).
Según el Director del equipo, Matthew Davis, de la Facultad de Enfermería de la Universidad de Michigan, el consumo de manzanas no estuvo relacionado con otros marcadores como, por ejemplo, la cantidad de visitas anuales al médico.
Otras de las conclusiones sobre el consumo de esta fruta es que aquellos que ingerían una pieza de manzana al día eran menos propensos a fumar y tenían niveles más altos de educación e inteligencia. Consumir esta fruta puede ser una señal de un modo de vida más saludable. Esto se debe a que la manzana es una buena fuente de vitamina C, fibra soluble y flavonoides.
Puede tomarse como postre, en el desayuno, como snack a media mañana, cuando sentimos ansiedad o hambre, para antes de dormir o previo a hacer deporte. No aporta cantidades significativas de calorías o azúcares y se puede consumir a cualquier edad.
Razones para comer una manzana al día
Hidrata nuestro cuerpo por su alto contenido de agua (alrededor del 80% de su composición).
Es diurética, reduce la acumulación de líquidos, los calambres en los miembros inferiores (piernas y pies) y la presión arterial elevada, debido a su gran cantidad de potasio.
Entre sus vitaminas, cuenta con las del grupo E, conocidas por ser fuertes antioxidantes.
Al contar con fibras solubles e insolubles, puede ser empleada tanto en personas con estreñimiento como con diarrea. En el primer caso es preciso consumirla cruda y con cáscara y en el segundo, asada o en forma de compota.
Fuente: Mejor con salud