Se suele hablar de la relación entre el miembro masculino y el grado de satisfacción sexual fijándose erróneamente en sus dimensiones. Sin embargo, algunos sexólogos consideran que más importantes que el tamaño son su forma y la técnica para optimizarla y sacarle el máximo partido. Estos son los cinco tipos básicos:
-Lápiz. Muy común. De cuerpo uniforme, no muy grueso, y glande de forma afilada. Permite estimular por igual toda la vagina y va muy bien para el sexo anal.
-Champiñón. De base uniforme, también estrecha, pero con el glande prominente. Es el miembro ideal para disfrutar del sexo oral, aunque resulta incómodo y doloroso para el anal.
-Plátano. El glande y la base son del mismo grosor, pero después del cuerpo se ensancha. Quizá sea el formato más versátil y adecuado para varias posturas.
-Cono. De tipo pirámide, delgado en el glande y con un cuerpo que se ensancha hacia los testículos. Eso ayuda en las posturas más delicadas.
Fuente: Muy Interesante