¿Esto podría traer problemas entre los futuros esposos?
No sabemos cómo logró hacerlo, pero Jimmy Kimmel convenció a Mariah Carey de hacer una entrevista para su show mientras ambos se bañaban juntos en una bañera.
Usando un largo vestido brillante, así como muchos diamantes —nadie se olvide del anillo de compromiso de 35 quilates— Mimi voluntariamente se metió en la bañera, rodeada de burbujas, velas y pedestales con ramos de flores. Era lo más cercano a un oasis que se puede encontrar en un set de televisión para un show de entrevistas.
Como si la decoración no fuera suficiente, la pareja realmente gozo del lujo cuando dos sirvientes sin camisas les trajeron champaña y les dieron de comer uvas, todo al estilo de la Grecia Antigua.
Pero pronto Kimmel volvió a tierra para cuestionar a Carey sobre su show en Las Vegas, en el que interpreta un largo set de dieciocho de sus temas más exitosos.
“Necesito acortarlo”, bromeó Carey, y describió cómo en el show se resumen sus 30 años de carrera. Y sí, volverá a ponerse su icónico vestido negro.
“No es un show típico [de Las Vegas]“, le dijo a Kimmel, y describió cómo los asistentes viajan de todo el mundo para ver su presentación en Caesars’s Palace. “La audiencia es de fans devotos”.
Así no hayas planeado con seis meses de antelación el viaje de miles de kilómetros para verla, no importa. La cantante de We Belong Together les da la bienvenida a todos con un boleto.
“Vénganse, salpiquen un poco”, dijo.
Fuente: E! News