Si la sudoración excesiva –provocada por un encarnizado debate y el factor psicológico del nerviosismo– se hubiese tenido en cuenta, quizá se podría haber controlado y evitado tan antiestético resultado. ¿Cómo? Siguiendo pasos tan sencillos como los que se muestran a continuación:
Depilación de axilas
Si eres propenso a una sudoración profusa, quizá te convenga eliminar el vello de las axilas. Cierto es que donde hay pelo hay alegría, para también lo es que donde hay pelo hay mayor temperatura, lo que provocará que sudemos más. Además, teniendo en cuenta la composición del sudor (más del 90% es agua y el resto minerales) y aplicando la lógica, sabemos que el líquido se evaporará y lo que quedará retenido en el pelo son la bacterias, que son las que generan el mal olor.
Antitranspirantes
En este punto deberíamos diferenciar entre desodorantes y antitranspirantes. Los primeros controlan la población de bacterias, esto es, el olor del sudor. Los segundos reducen la cantidad de sudor secretado al exterior gracias a compuestos de aluminio o zinc. En ningún caso se elimina de forma completa ni el olor ni la secreción (si se obstruyeran estas glándulas por completo, podríamos morir de un golpe de calor, ya que también regulan la temperatura corporal), su única función es la de regular.
Si recordáis, hace unos años nos volvimos locos cuando corrió la leyenda urbana que aseguraba que cualquier compuesto de aluminio provocaba cánder. “Sin embargo, los investigadores del Instituto Nacional del Cáncer (NCI) no están al tanto de que haya una comprobación científica conclusiva que relacione el uso de antitranspirantes o desodorantes en las axilas y la presencia de cáncer de seno a consecuencia de ese uso. Además, La Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (U.S. Food and Drug Administration, FDA), la cual regula los alimentos, cosméticos, medicamentos y aparatos médicos, tampoco cuenta con una comprobación de investigaciones que indiquen que los ingredientes de antit
ranspirantes o desodorantes causan cáncer”.
Sobaqueras
Este es un truco de los de antaño, de ahí su castizo nombre. Es una pieza ovalada y con forma de compresa que se coloca en la parte interna de la sisa. Et voilà! Eso es lo que recoge el sudor y evita que se traspase a la camisa.
Bótox
Hubo un tiempo en el que la gente era capaz de hasta extirparse las glándulas sudoríparas con el objetivo de poner fin a tan molesto mecanismo fisiológico. Sin embargo, desde que descubrieron el bótox, son más felices.
Esta técnica, aprobada por el Food and Drugs Administration de América, consiste en relajar la musculatura y ralentizar su funcionamiento, por lo que, como si se tratase de un antitranspirante, se regula la secreción sin que se pierda de forma definitiva (que es cuando llegarían los problemas).
Prendas que te ayudan
como de costumbre, y como nos ha demostrado en otras ocasiones, nuestro guardarropa puede ser un gran aliado para esconder todos esos defectos que nos abochornan. Y sí, en el caso del sudor también nos echan una mano ocultándolo.
Sisa
La sisa es la parte inferior de la unión entre la manga y el cuerpo de una prenda, justo en la zona de la axila. Evita que sea demasiado alta, esto es, demasiado pegada a la axila, para librarse del roce excesivo y que esta zona se empape.
Los colores de la ropa
Recuerda este truco: cuanto más se oscurezca una prenda al mojarla, peor reaccionará al sudor. Por ejemplo, las de color gris. Por muy claro que sea el tono, al sudar adquirirá un matiz cercano al marengo que evidenciará la secreción de tu cuerpo. Por tanto, evítalo en lo posible. Aplica esta regla siempre que te encuentres ante la elección de una prenda.
Chaqueta
Si puedes llevarla, mejor. Si no te la quitas, nadie verá los camachos que se hayan podido producir. El forro y los propios refuerzos de la sisa (sobaqueras integradas) de la chaqueta funcionarán de parapeto sudorífico.
Camiseta interior
Ahora bien, si las altas temperaturas te impiden aplicar el truco de la chaqueta y necesitas controlar la sudoración, actuaremos desde dentro hacia afuera: pon una camiseta debajo de camisa a modo de “tejido secante”. Mejor si es de manga corta, porque cubrirá toda la axila.
Fuente:Revista Gq