A muchos nos sucede que nos da frecuentemente un hormigueo en las manos y piernas. Estas son una serie de sensaciones que además de generar incomodidad también son motivos para estar preocupado, ya que no sabemos que se pueda derivar de estas sensaciones. El hormigueo suele ocurrir en varias partes de nuestro cuerpo, estos regularmente se pueden sentir en las manos, brazos, pies y piernas. Muchas veces ignoramos estas señales pero si las sientes frecuentemente y no tienes razones concretas, el cuerpo nos podría estar indicando que algo en nuestro organismo no está funcionando como debería y que se puede estar desarrollando alguna enfermedad.
El hormigueo en muchos casos suele ser síntoma de una leve infección pero también podría estar indicando que estamos padeciendo de una enfermedad que requiere de mayor cuidado. Es por esta razón que demos acudir al médico si sentimos estas sensaciones de hormigueos frecuentemente. Algunas de las enfermedades frecuentes asociadas al hormigueo en las manos y piernas son:
Problemas circulatorios
Si la persona tiene problemas circulatorios es posible que sienta esporádicamente sensaciones de hormigueo. De igual manera puede llegar a tener sensaciones en caso de estar padeciendo de agotamiento o fatiga y nerviosismo. Si la sensación de hormigueo aumenta y es constante es la indicación más clara que debemos consultar un médico.
Hipoestesia
La hipoestesia es la perdida de la sensibilidad acompañada de una molesta sensación hormigueo. En caso de que sientas estos dos síntomas debes tener mucho cuidado porque podría tratarse de algo que no es pasajero sino que será más frecuente.
Esclerosis múltiple
El adormecimiento y hormigueo de manos y piernas es uno de los primeros síntomas que se muestran en las personas que padecen esclerosis múltiple. Esta enfermedad puede incluir sensación de ardor y sensibilidad aumentada. Estas sensaciones son producidas por la insuficiencia de flujo sanguíneo en las zonas afectadas y problemas en el sistema nervioso.
Enfermedad de Buerger
Esta enfermedad está asociada al consumo de cigarro; el cual se presenta en un principio por un dolor causado por la falta de flujo en la sangre, denominado claudicación, en las manos o los pies. Por lo general, la persona siente un hormigueo constante y adormecimiento en las manos, seguido por los dedos de las manos o de los pies. Este caso es bastante delicado, ya que de no ser tratado puede conducir a desarrollar una gangrena.
Diabetes
Para nadie es algo raro que muchas personas padezcan de diabetes en la actualidad, ya que esta es muy común en todas partes del mundo. Esta se produce cuando los niveles de azúcar en la sangre se elevan. El hormigueo es un síntoma típico de esta enfermedad, ya que puede haber un flujo sanguíneo insuficiente que posteriormente puede hacerle sentir a la persona esa molesta sensación de hormigueo en sus pies y piernas. Este síntoma nos puede estar indicando úlceras, que deben tratarse con tiempo para que evitemos la formación de gangrenas.
Síndrome de piernas inquietas
El hormigueo se da en las extremidades, y generalmente muchos la sienten en horas de la noche. También puede estar asociado al trastorno llamado síndrome de piernas inquietas. Este es uno de los síntomas comunes, aunque no es el único. Quien lo padece, también puede sentir dolor, picor, calambres acompañados de insomnio ya que este empeora durante las noches. Este síndrome puede estar asociado a insuficiencia renal o neuropatías periféricas y anemia, aunque todavía se desconocen las causas exactas.
Polineuropatía desmielinizante inflamatoria aguda
La polineuropatía desmielinizante inflamatoria aguda o AIDP, es una enfermedad poco común y bastante rara, que le impide a los nervios enviar señales a los músculos en el cuerpo. El hormigueo es un síntoma de esta enfermedad, la cual se presenta generalmente en las piernas y los pies, aunque a medida que pasa el tiempo también se extiende por los brazos y las manos.
Otras causas del hormigueo serian
- Falta de vitaminas, principalmente vitamina B12.
- Presión sobre los nervios raquídeos, como a raíz de una hernia discal.
- Lesión en un nervio.
- Tener niveles anormales de calcio, potasio o sodio en el organismo.
- Mordeduras de animales.
- Picaduras de insectos, garrapatas, ácaros y arañas.
- Uso de ciertos medicamentos.
- Consumo de bebidas alcohólicas y/o cigarros, ya que el plomo genera daños en lo nervios.
- Estar sentado o parado en la misma posición por un tiempo prolongado.
Fuente: Estilo con Salud