El día a día de una mujer puede tornarse incómodo al contraer una infección vaginal, lo cual es muy común.
Ciudad de Guatemala, 30 de julio de 2015. Existen muchos mitos acerca de la salud y el cuidado femenino. Las infecciones vaginales son padecidas por muchas mujeres siendo un prejuicio social porque se asocia a falta de higiene. También hay creencias de que el tener relaciones sexuales y el uso del preservativo las producen, datos erróneos que hoy en día siguen de boca en boca.
Las infecciones vaginales surgen a consecuencia de usar ropa ajustada o telas sintéticas, dejarse puesto el traje de baño húmedo, las duchas vaginales, cambios hormonales, utilizar jabones perfumados y el uso de antibióticos, entre otros. Estas circunstancias colaboran con el acelerado crecimiento de hongos y levaduras en la vagina, causando molestias en esta área del cuerpo femenino.
Los síntomas son: Picazón e irritación vaginal, flujo vaginal, enrojecimiento, además de dolor e inflamación de las paredes de la vagina. Cuando una mujer padece, por primera vez, de infección vaginal o tiene las primeras molestias en esta área, es recomendable visitar de inmediato al ginecólogo.
Soluciones rápidas
Sin embargo existen distintas soluciones en el mercado y con diferentes presentaciones: formulaciones en crema, cápsulas u óvulos, fáciles de aplicar que hacen que una infección vaginal sea una enfermedad completamente tratable.
Los óvulos eliminan cualquier síntoma no deseado que se produce debido a un aumento de la secreción vaginal. Además de su corto tiempo de tratamiento, cuenta con la fácil aplicación. Es sencilla, después de un lavado de manos, se ingresa el óvulo con los dedos en la parte vaginal hasta donde sea posible y confortable. Luego se vuelve a lavar las manos.
Usualmente, el especialista recomienda el uso de óvulos durante uno o más días consecutivos, antes de acostarse, según sea la severidad de los síntomas. Hoy, las mujeres pueden vivir confiadas de que pueden tener una vida plena y saludable. Y es muy importante mencionar que debe consultar siempre con el ginecólogo de confianza para que se le recomiende la solución más adecuada acorde a cada caso.