Las fotografías, tomadas por los artistas Mert Alas y Marcus Piggott, exhiben a una Madonna que no aparenta los 56 años. En las imágenes viste lencería, ligueros y corsés muy apretados y hasta un bozal con una margarita en la boca.
Durante la entrevista, Madonna reveló estar obsesionada con la muerte y admitió haber probado todo tipo de drogas en algún momento de su vida, aunque no le gustó la sensación.
"En cuanto me sentí drogada, empecé a tomar mucha agua para drenar las sustancias de mi sistema".
El tema surgió a partir de la canción Devil Prays que se encuentra en el material discográfico que lanzará en 2015. La cantante justifica que hizo la canción porque "la gente toma drogas para sentirse más cerca de Dios o para alcanzar un nivel superior de conciencia. Las drogas te dan la ilusión de acercarte a Dios, pero eventualmente te matan", señala.
Pese a haber quedado huérfana de madre desde los cinco años, Madonna asegura:
"Ella es una de las fueras impulsoras detrás de mi ética de trabajo".
Añade que "me obsesioné con la muerte y la idea de que nunca sabes cuando viene. Por eso uno debe sacarle todo el provecho que pueda a la vida".
Fuente: StarMedia