-Medir bien el tiempo. ¡No salgas corriendo! Mide tu tiempo y sé disciplinada. Si tienes que salir a las siete, a las siete sales, ni un minuto después. Ir esquivando el tráfico puede ser un causante de estrés importante.
-Haz una lista de las tareas del día. Analizar rápidamente las tareas a ealizar durante el día para estar preparados con todo lo necesario. El llegar a una junta o reunión de negocios sin todo lo necesario nos crea bastante estrés cuando nos damos cuenta de que no estamos preparados.
-Dar prioridades. Si no se da prioridad a lo realmente importante, podemos distraer nuestra atención con tareas que pudimos haber dejado para otro momento. Al final del día cuando nos damos cuenta que hicimos bastantes cosas, pero que no eran del todo importantes, seguramente nos causará estrés.
-Date tiempo para pensar. Debemos tomarnos el tiempo necesario en cada una de las tareas que realizamos para no cometer errores, de lo contrario al momento de corregirlos comenzamos a evitar la eficiencia en el trabajo.
-Descansa cada dos horas. Toma al menos cinco minutos cada dos horas para distraerte. Esto aumentara tu capacidad de concentración.
-Sé organizada. Saber donde exactamente están tus documentos y tener un área de trabajo libre de pilas de papeles evita estresarte.
-Adiós a las distracciones. Si utilizas el tiempo laboral en temas laborales, terminarás tus pendientes en tiempo y forma y no te estresarás ni ocuparás tu tiempo libre para algo del trabajo.
Recuerda que el trabajo es SÓLO UNA PARTE de tu vida, pero no es tu vida entera. El mundo es mucho más que un cubículo o un escritorio.
Fuente: esmas.com